Crisis de seguridad por falta de policías en las ciudades

Bogotá D.C. Septiembre 16 de 2019 (Prensa s. John Harold Suárez).- La siguiente es la constancia presentada hoy en la plenaria de Senado por el senador John Harold Suárez Vargas, en la que afirma el crecimiento de la inseguridad a causa de la falta del pié de fuerza en la Policía Nacional, que refuerce la seguridad en las calles de las ciudades del país:

“Colombianos, hoy traigo a este recinto un clamor de los alcaldes municipales sobre una alarmante situación que se está viviendo en todas las regiones del país: el retiro masivo de agentes de la policía nacional que está generando una preocupante disminución en el pie de fuerza en las ciudades, permitiendo que los índices de seguridad se estén deteriorando.

Se prevé que el número de agentes policiales para el año 2022 estará en un déficit cercano a 20.000; y el número de uniformados que han solicitado el retiro es de 40.000. La Policía Nacional se enfrenta ante un gran reto, y el reemplazo de estos agentes no puede recaer solamente en la entidad, por ello se tendrá que realizar un trabajo en conjunto con los gobiernos regionales y locales.

En lo transcurrido del año, en el Valle del Cauca se han presentado 603 asesinatos. Después de Cali, las ciudades intermedias con más homicidios son Palmira, Tuluá y Buga. En esta última, mi ciudad natal, y de acuerdo con las cifras de la Policía Nacional, en lo que va trascurrido del año han ocurrido 52 asesinatos, lo que representa un aumento del 6% comparado con el año anterior. Buga logró crecer desde los días de la política de seguridad democrática del gobierno del expresidente y senador, Álvaro Uribe, en 14 cuadrantes de policía, pero con la actual situación sólo salen a patrullar 7 cuadrantes. Este es un ejemplo de lo complejo que resulta hoy cumplirle a los colombianos con su seguridad, por más esfuerzo que se realice desde los gobiernos locales y comandos de policía.

Todas las regiones solicitan más uniformados para aumentar su pie de fuerza, pero si antes ya era difícil cumplir, ahora es imposible. Por esto debemos plantear soluciones a corto, mediano y largo plazo, porque uno de los bienes inmateriales más preciados por la comunidad es precisamente el de la seguridad. De la misma se desprende el goce de la libertad, la protección en el ejercicio de los derechos, entre ellos, la garantía de la participación democrática sin cohesión ni temor.

Una alternativa inmediata puede recaer en el apoyo del Ejército Nacional, sobre todo en municipios pequeños, donde las labores de patrullaje contribuyen a mejorar el clima de seguridad. Hoy nuestras fuerzas militares tienen una alta formación en derechos humanos, por lo que es una alternativa viable, solicitada en muchos municipios por los alcaldes.”


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