Un temible virus que obligó al Legislativo a reinventarse

Un período en el que el Senado, a través del sistema virtual, discutió y aprobó proyectos y realizó debates de control político. “Ha sido una experiencia enriquecedora”, dice el presidente del Congreso, Lidio García Turbay.

Bogotá D.C., 19 de junio de 2020 (Prensa Senado). La pandemia que atraviesa el mundo ha sido una de las más grandes pruebas para Lidio García Turbay, en su ciclo por la presidencia del Senado de la República, cuyo período ordinario termina este 20 de junio, salvo que el Presidente de la República convoque a sesiones extraordinarias.

García Turbay le puso dinamismo a su primer semestre como presidente de la máxima corporación legislativa del país, logrando evacuar todas las iniciativas, sin contar que un pequeño virus iba a cambiar el decurso de la historia.

Como el resto de sus compañeros, al Presidente del Congreso le tocó manejar la nave desde un computador o desde su celular, confinado en su residencia, a más de mil kilómetros de distancia, en su natural Cartagena de Indias.

Expresó que desde el pasado 20 de julio de 2019 y hasta el 20 de diciembre del mismo año, todo quedó laboralmente al día, en orden. En cuanto a la agenda legislativa, luego del receso del Congreso se alistaba a retomar el segundo período de sesiones ordinarias, cuando el país entró en confinamiento obligatorio como consecuencia de la pandemia por el Covid-19, para proteger la salud del temible virus, que intempestivamente cambió la vida en el mundo.

Y sin existir una ley que autorizará las sesiones no presenciales, radicó un proyecto para modificar la Ley 5º de 1992 o Reglamento del Congreso, y así poder legislar, de manera virtual o mixta, en tiempos de catástrofes, desastres naturales, pandemia y guerra.

Así mismo, se reinventó y junto con la Mesa Directiva de la corporación ordenó la implementación de una plataforma digital que les permitiera a los legisladores sesionar virtualmente.

El cambio no ha sido fácil, ya que se debe garantizar que los hacker no vulneren el sistema, avalar ciertamente que sea el senador el que vote en los debates de control político, conservar las actas de las plenarias y votar proyectos de ley.

Aunque recibió críticas, de sus propios colegas por no retomar las sesiones presenciales, encontró apoyo en otros frentes de la opinión pública, por lo que se mantuvo en su decisión.

Sostuvo que el tiempo le da la razón a quien la tiene y el temor era que no se fuera a convertir el Senado de la República en un foco de contagio del Coronavirus.
Siempre se sostuvo en el deber de proteger la vida de los legisladores, funcionarios y contratistas, mediante el confinamiento.

Aseguró el senador liberal, que la virtualidad le ha dado agilidad en temas informáticos, al igual que a un gran número de sus colegas.

A pesar de que los 108 senadores han tenido que improvisar oficinas virtuales desde los distintos departamentos de Colombia donde residen, no ha sido fácil dominar los avances tecnológicos del XXI. Y son varias las dificultades que han tenido que superar sobre la marcha.

A través de la plataforma profesional ZOOM han podido mantener el trabajo legislativo de este período y se han votado proyectos, proposiciones y realizado debates de control político, por medio de las sesiones no presenciales.

El período legislativo de sesiones ordinarias concluye este 20 de junio, si el Ejecutivo no cita a sesiones extraordinarias.

El Presidente de la corporación se prepara desde ya para hacer una entrega de legislatura virtual.


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