“Violar el derecho internacional consuetudinario, no puede considerarse como una victoria para el país”, senadora Emma Claudia Castellanos

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Bogotá D.C. abril 22  de 2022Este jueves 21 de abril de 2022, la Corte Internacional de Justicia de La Haya dio sentencia sobre el litigio que se ha surtido entre Colombia y Nicaragua sobre la supuesta violación de las soberanía en mares nicaragüenses, y si bien el tribunal no dio un fallo totalmente condenatorio para Colombia, considero que no son acertadas las afirmaciones del agente Gustavo Arrieta que plantean que la defensa de los intereses colombianos fueron un éxito por las siguientes razones:

La CIJ declaró a Colombia internacionalmente responsable por violar los derechos soberanos y la jurisdicción de Nicaragua en su Zona Económica Exclusiva al interferir con las actividades  pesqueras y la investigación científica marina por parte de embarcaciones con bandera nicaragüense o con licencia nicaragüense. Es evidente que violar el derecho internacional consuetudinario, no puede considerarse como una victoria para el país.

Además, La CIJ desestimó los argumentos de Colombia que sostenían que existían derechos tradicionales de los raizales a la pesca artesanal en la zona económica exclusiva de Nicaragua. Al parecerlos alegatos de los derechos de los raizales no fueron fundamentados con la precisión necesaria para determinar la existencia de un derecho internacional en la sentencia. Si Colombia quiere que se establezcan estos derechos debe celebrar un tratado con Nicaragua.

Por último, en el Decreto 1946 de 2013, la CIJ sostuvo que no se ajusta al derecho internacional consuetudinario, y por lo tanto debe ser reformulada la zona contigua integral. 

Si bien, se logró determinar que las islas y cayos colombianos en el Caribe tienen derecho a una zona contigua de 12 millas más allá, de las 12 millas del mar, y que Colombia no violó la Sentencia de 2012,estas decisiones no son suficientes para afirmar que fue una victoria de Colombia sobre Nicaragua.

Los dos puntos más importantes del litigio que fueron respecto a la responsabilidad internacional del Estado Colombiano y a los derechos de pesca de los raizales, se perdieron.

Por lo anterior, como congresista de la República de Colombia y al ver un fallo adverso para los intereses nacionales, sobre todo para los isleños, seguiré haciendo un férreo control político al ejercicio de defensa jurídica del Estado, pues si bien reconocemos que el fallo pudo ser peor, la defensa colombiana esgrimió argumentos de derecho interno en la Corte Internacional de Justicia, lo cual hoy hace que tengamos una decisión en contra de los intereses del país.

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