Bogotá, 30 de junio de 2025
El Gobierno Nacional aún tiene pendientes por ejecutar más de 300 billones de pesos, equivalentes al 63 % del Presupuesto General de la Nación para 2025, lo cual evidencia una grave ineficiencia en la ejecución del gasto público. Según datos de El Tiempo, esta situación se da a pesar de que el Presupuesto, fijado en 523 billones, incluyó 327,9 billones para funcionamiento, 112,6 billones para deuda y 82,5 billones para inversión .
En un contexto de ejecución rezagada —especialmente notable en sectores como Agricultura, Educación y Hacienda—, el senador Nicolás Albeiro Echeverry afirmó que “no se puede pedir más impuestos cuando ni siquiera se están usando bien los recursos que ya se aprobaron”. Su intervención ante el Congreso pone sobre la mesa la urgencia de evaluar la gestión real del presupuesto antes de plantear nuevas cargas fiscales.
A la par de esta crítica, el Ministerio de Hacienda reveló el nuevo Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) 2025–2035, con proyecciones preocupantes: el déficit fiscal para 2025 alcanzaría el 7,1 % del PIB, un alza desde el 5,1 % inicialmente planeado. Asimismo, se estima que la deuda pública llegará al 63,8 % del PIB . Para generar espacio fiscal, se activará la cláusula de escape que suspende la regla fiscal por tres años .
El ministro Germán Ávila manifestó que se espera recaudar 19 billones de pesos mediante una reforma tributaria que se radicará al Congreso el 20 de julio, sin alterar la tarifa general del IVA, pero sí revisando exenciones y ajustes en subsidios energéticos y combustibles . No obstante, la propuesta ha generado advertencias de agencias como S&P y Moody’s, que este mes degradaron la calificación de Colombia por la deteriorada disciplina fiscal . El Banco de la República decidió además mantener la tasa de interés en 9,25 % ante la presión fiscal y la elevada inflación, con el respaldo de S&P y Moody’s .
El senador Echeverry también criticó el aumento del gasto en personal, del 27 % respecto a 2024 —equivalente a unos 10 billones—, cuestionando la coherencia de incrementar la nómina en medio de una crisis fiscal. “El Congreso debe ejercer un control más riguroso sobre el manejo de las finanzas públicas”, insistió Echeverry, instando a que no se comprometa la estabilidad económica con decisiones apresuradas.
La hoja de ruta presentada busca equilibrar crecimiento económico (estimado en 2,7 % para este año) e inflación (prevista en 4,5 % para 2025), apoyada en una mayor recaudación y en una consolidación gradual del gasto . Sin embargo, persiste el dilema: ¿serán suficientes la reforma y el control del gasto para recuperar la confianza de los mercados y evitar más degradaciones crediticias?
El llamado desde distintos sectores —legislativo, técnico y financiero— es claro: antes de colocar imposibles e inconvenientes tasas que generan más pobreza, es imprescindible que el presupuesto aprobado se ejecute con eficiencia y transparencia. Solo así podrá garantizárselo que los recursos públicos se traduzcan en inversión real, desarrollo territorial y sostenibilidad económica.
“Es inaceptable que mientras millones de colombianos enfrentan necesidades urgentes en salud, educación y seguridad, el Gobierno Nacional destine más de $226.000 millones para eventos y logística con fines claramente proselitistas. Esta millonaria inversión en plazas públicas no es más que una estrategia para imponer una agenda ideológica, presionar reformas impopulares y allanar el camino hacia una eventual reelección disfrazada de “movilización ciudadana”. Los recursos del Estado no pueden seguir siendo usados como caja menor para campañas encubiertas. Colombia necesita soluciones, no propaganda”. Finaliza el congresista antioqueño.