- Subsidios asignados que no se pagan: la parálisis nacional de la construcción
- Mientras el Gobierno no paga subsidios, Antioquia construye con créditos salvavidas
- Medellín también da ejemplo: ISVIMED en los barrios
Por : H.S. Nicolás Albeiro Echeverry
Bogotá D.C., julio 2025. Colombia enfrenta una de las crisis más profundas en el sector de la construcción en más de una década. 112 constructoras han entrado en procesos de insolvencia en lo corrido de 2024, según datos de la Superintendencia de Sociedades, con un aumento del 1.766 % frente a 2014. Del total, 49 están en liquidación y 53 en reorganización, con deudas acumuladas por más de $1,7 billones y más de 1.193 empleos directos comprometidos.
El panorama es aún más grave si se considera que, solo en agosto de 2024, se perdieron 84.000 empleos en construcción, 79.000 de ellos en el segmento de vivienda, según cifras de Camacol.
Mientras el Gobierno se ufana de las cifras de preventas, la construcción real está en caída libre. El valor agregado del sector se contrajo un 3,5 % y, en particular, la línea de edificaciones cayó un 7 %, lo cual implica miles de obreros sin ingresos, bodegas sin materiales y constructoras al borde del cierre. según cifras del DANE citadas por el economista Ricardo Ávila en su columna “Casas en el aire”
A pesar de que miles de familias ya recibieron la asignación del subsidio “Mi Casa Ya”, el Gobierno Nacional no está desembolsando los recursos a tiempo. Esta situación ha congelado proyectos de vivienda, afectado cronogramas de entrega y puesto en riesgo la cadena financiera de los constructores.
Pero mientras el panorama nacional se agrava, Antioquia encontró una solución creativa y eficiente. El IDEA (Instituto para el Desarrollo de Antioquia) y la Empresa de Vivienda de Antioquia, Viva, generaron una línea de créditos salvavidas para respaldar a los constructores que se acogieron al programa “Mi Casa Ya”.
Gracias a esta medida, muchas empresas han podido continuar las obras y entregar viviendas, pese a los atrasos del Gobierno.
Como lo expresó William Montoya, representante del sector constructor en Antioquia: “Si no fuera por esos créditos del IDEA y Viva, las obras se habrían detenido. Antioquia evitó lo que está pasando en otras regiones: casas sin terminar y cupos perdidos.”
En Medellín, la estrategia es clara: llegar al territorio con la oferta de vivienda, a través de ISVIMED, garantizando acceso, asesoría y articulación real con los constructores y las familias.
El drama es real. En Bello, un maestro de obra me dijo: “Nos prometieron tres torres este semestre y ahora nos dijeron que no hay plata ni para arrancar una.” Esa es la realidad que viven hoy miles de trabajadores de la construcción y familias que, aun teniendo subsidios asignados, no ven avances en sus proyectos de vivienda.
El país necesita respuestas, no excusas. Cada obra suspendida representa empleos que se pierden, inversión que se estanca y hogares que no se materializan. Mientras tanto, la ministra promete 5.000 nuevos subsidios sin haber cumplido con los anteriores. Ya es hora de trabajar con seriedad en el último año que les queda .