Sin empresas no hay empleo ni inversión: yo defiendo las compañías colombianas” Senador Nicolás Echeverry 

Bogotá D.C. enero 28 de 2025.-En Colombia, las empresas son el motor que mueve la economía y genera las oportunidades de empleo que necesitan millones de familias. Sin embargo, el contexto actual, marcado por la incertidumbre y los cambios en las políticas públicas, está poniendo en riesgo su capacidad de seguir creciendo y contribuyendo al desarrollo del país.
 
Las cifras lo confirman: el 80 % de los empleos formales provienen del sector privado, y el 90 % de las empresas en Colombia son micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes). Estas compañías son fundamentales para las regiones, ya que no solo generan empleo, sino que también impulsan las economías locales y conectan a Colombia con mercados internacionales.
 
A pesar de esto, la inversión extranjera directa (IED), que es clave para el crecimiento de muchos sectores, cayó un 17 % en 2024, pasando de $10,000 millones a $8,300 millones de dólares. Esta reducción no solo significa menos recursos para proyectos estratégicos, sino también un golpe directo al empleo y al desarrollo económico de las comunidades.
 
Desconfianza que afecta a todos
 
Las reformas tributarias recientes, que han llevado la carga fiscal empresarial a un 34 %, y las decisiones económicas del Gobierno Nacional han generado un ambiente de incertidumbre. Este contexto no solo ha afectado la confianza de los inversionistas internacionales que califican a nuestro país como doble B con pespectiva  negativa , sino que también ha puesto en jaque a los empresarios locales, quienes enfrentan un panorama cada vez más incierto.
 
Mientras otros países de la región, como Chile y Perú, ofrecen mejores condiciones para atraer capital, Colombia está perdiendo oportunidades que antes estaban aseguradas. Esto no es solo un problema para las grandes empresas, sino que afecta de manera directa a las MiPymes, que dependen de un entorno estable para subsistir y crecer.
 
El impacto en el empleo
 
Sectores estratégicos como la construcción y la infraestructura son los más golpeados por la falta de inversión. Según datos de la Cámara Colombiana de Infraestructura, cerca del 40 % de los proyectos de obras públicas han sido aplazados o cancelados. Esto no solo afecta el empleo en el sector, sino que también frena el desarrollo de las regiones más apartadas del país.
 
La situación actual ha llevado a un aumento en el desempleo, que cerró 2024 en un preocupante 10.6 %. Este porcentaje no es solo una cifra, es el reflejo de las dificultades que enfrentan las familias colombianas para acceder a oportunidades laborales y mejorar su calidad de vida.
 
Defender a las empresas colombianas no es solo una cuestión económica; es un compromiso con el bienestar de millones de colombianos. La estabilidad jurídica, la reducción de la carga fiscal y el fortalecimiento del emprendimiento no son solo temas de debate, son acciones concretas que deben priorizarse para garantizar el progreso del país.
 
Colombia tiene todo el potencial para recuperar la confianza de los inversionistas y consolidarse como un país competitivo en la región. Pero para lograrlo, es fundamental trabajar en conjunto, entendiendo que el desarrollo empresarial no es solo un objetivo económico, sino un pilar del futuro de la nación.
 
Contacto de prensa:
Olga Yurely García Ramírez 

Cel. 3150551616


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