“Educación y titulación de tierras a campesinos, primera herramienta de soberanía alimentaria” S. Imelda Daza Cotes

En el marco del foro Reactivación del Campo, (Soberanía y Autosuficiencia alimentaria), la congresista del Partido Comunes sostuvo que es importante eliminar el latifundio en el país y promover con la academia la industrialización agrícola.
Por Keir Ernesto Villero Damián
Bogotá D.C., octubre 10 de 2022 (prensa senado).- La tierra como elemento de producción fue la razón para la convocatoria a un foro en el salón de la constitución del capitolio nacional, presidido por las senadoras Sandra Ramírez Lobo e Imelda Daza Cotes, del Partido Comunes, en convenio con el CAEL donde se exhortó la implementación de los acuerdos de Paz, como parte esencial del desarrollo agrícola o soberanía alimentaria.
En su intervención, el director del CAEL y secretario general de la cámara alta del legislativo Gregorio Eljach Pacheco expresó enfático, “es importante este primer acuerdo del Partido Comunes con el Centro de Altos Estudios Legislativos… Aspiramos hacer lo mismo con las demás bancadas, más aún cuando este gobierno ha designado una pequeña partida presupuestal para fortalecernos”.
Eljach Pacheco, Notario del poder Legislativo, exaltó la importancia del foro agropecuario y precisó, “me caso con la búsqueda de la autosuficiencia alimentaria, superando el espíritu asistencialista, para que se ponga a producir la tierra, pero con educación y tecnología de punta para mejorar su producción, donde se tenga en cuenta el terreno, el clima, y proyectar una gran planeación de la siembra, que incluya la pesca y demás sectores del campo”.
Por su parte, la senadora Sandra Ramírez Lobo dio la bienvenida a los participantes del foro sobre soberanía alimentaria, y exaltó el convenio del CAEL y su partido Comunes. Lamentó, a su vez, la no implementación del acuerdo de paz del gobierno anterior, “el chicharrón de la tierra resulta bastante difícil; pero este gobierno tiene la disposición de cumplir con los acuerdos de paz y facilitar la tierra para la producción agrícola”, agregó.
Remató contundente la congresista de Comunes: “Este es un convenio que contribuirá a la construcción y el desarrollo de las tareas legislativas, en favor de las reivindicaciones sociales, en beneficio de las transformaciones sociales que necesita el país, como la implementación del primer punto del acuerdo de paz, donde destacan los dos núcleos del acceso a la tierra, al relacionar el estado central con los productores de la zona rural, que generan equidad en el campo, porque hoy vamos en un retroceso por la eliminación de líderes en los años siguientes al acuerdo”…
En el mismo sentido, la congresista Imelda Daza Cotes, resaltó el desarrollo de este evento en compañía del CAEL, a la vez que insistió que es urgente dotar a campesinos de tierra y titular las tierras que han trabajado por años: “La tierra es el producto básico de desarrollo de nuestra economía, donde se incluye todos sus componentes, como el agua, lo que tiene en el subsuelo, su vegetación y su estructura como tal en todo el planeta”, argumentó.
Daza Cotes, fue enfática en ratificar: “La educación, si se pone al servicio de los campesinos, aumenta el desarrollo de nuestra industrialización; por lo tanto, este gobierno tiene como objetivo pedirles a los alcaldes que busquen los terrenos para crear centros de educación en todo el territorio nacional, porque sí hay conocimiento se descubre que de la zanahoria no sale la ensalada”, y agregó: “En el interior del país, hay pequeños propietarios de tierras que producen; pero en el caribe colombiano hay miles de hectáreas en los latifundios, dedicadas a la ganadería, lo que demuestra la subutilización de la tierra, porque se usa una hectárea para la tenencia de un solo semoviente”.
Por último, la senadora de Comunes expresó: “La decisión de Gustavo Petro es dar a los campesinos tierras productivas, con una preparación educativa, para que no se repita lo del pasado, de la exportación de la bonanza de la Marihuana que se desperdició; hay que aprovechar esta planta, para mejores productos de salud y alimentación. Así se promueve el desarrollo del conocimiento, porque para sembrar la Paz, hay que soltar la tierra”.
Panelistas
Jaime Alberto Rendón Acevedo, Director del CEIR (U. de la Salle), Docente, habló sobre la desruralización del país: “El campo no es que esté despoblado, es que el sector agropecuario es cada vez más pequeñito, porque no crece tan rápido como la economía; hoy tenemos la pérdida de subsectores agrícolas como el algodón, que está por debajo del PIB, pero quiere volver a renacer”.
Rendón Acevedo indicó que “hay una escaso crecimiento de la ganadería, pese a las extensiones de tierra; lo mismo sucede con la pesca, temas que dan tristeza pese a los dos mares que tiene Colombia. El sector agropecuario ha sido descuidado y se han concentrado en el tema de minería, cuando es el campo el mayor productor de empleo”, y expresó, por último: “Tenemos más de tres millones de jóvenes en el campo, donde el mercado laboral es precario, y golpea en mayor proporción a la mujer, lo que evita que estas personas logren una pensión cuando la mayoría de mujeres son cabeza de familia.
Para la investigadora en Soberanía Alimentaria y salud rural, Katherin Lovanowa Carrillo Noguera, la seguridad alimentaria se caracteriza por el poco desarrollo de las zonas campesinas, y el escaso respaldo gubernamental, “el modelo Colonial nos dejó el latifundio, sobre la tenencia de la tierra, que se afianzó en la época del narcotráfico, y afectó a las comunidades, por la acumulación de tierra, que a su vez impactó el desarrollo de la autonomía alimentaria, por esos grandes acaparadores de tierra que dejó el paramilitarismo y el apoyo estatal a estos grupos”, denunció terminante.
A su vez, María del Socorro Pisso Mazabuel, del comité ejecutivo nacional de Fensuagro, declaró: “Pedimos la implementación de los acuerdos de Paz y la producción o soberanía alimentaria, para la estabilización de los territorios, con propuestas de modelo alternativos diferentes al tema de minería, donde los gobiernos han desconocido cómo se producen los alimentos en el país”.
Cesar Giraldo, especialista en políticas públicas de la universidad de los Andes, aclaró que “si no se hace el ajuste de los combustibles, no se cubre el déficit fiscal que nos dejó el pasado gobierno; de igual forma, hay que buscar temas claros que favorezcan a la comunidad, y que no suceda como pasa con el Banco de la República, que hace lo que quiere, tan distante de la necesidad actual”.
Según Giraldo, “el problema del hambre no es lo mismo en todo el territorio, porque en el Chocó hay hambre, pero es porque los grupos armados no permiten que la comunidad vaya a buscar sus alimentos, a diferencia de la Guajira, donde se hace difícil la producción de alimentos por la tenencia de tierra en unos pocos y la dificultad geográfica; pero las acciones de producción deben tomarse ya, porque se acaba el tiempo de gobierno”.
Al cierre del foro sobre la soberanía alimentaria, congresista Sandra Ramírez Lobo, argumentó: “Aquí lo importante es cambiar las leyes para desarrollar el campo, entre ellas la ley 80, y lo que implica la soberanía agraria con la protección de nuestras semillas; lo que vale es que este gobierno está comprometido con acciones en favor de la producción en el campo”, remató.