Mujeres se toman las vicepresidencias del Senado

Las senadoras Lorena Ríos (Colombia Justa Libres) y Paola Holguín (Centro Democrático) fueron elegidas primera y segunda vicepresidentas, respectivamente. Esto nos dijeron.
Bogotá D.C., 25 de mayo de 2025 (Prensa-Senado). Como hace mucho tiempo no sucedía, la Plenaria del Senado eligió a dos mujeres en la Mesa Directiva: la senadora Lorena Ríos, de Colombia Justa y Libres, como primera vicepresidenta y a Paola Holguín, del centro Democrático, como segunda vicepresidenta.
La senadora Lorena Ríos es una cristiana, abogada, especializada en Derecho Ambiental y magíster en Derecho Administrativo de la Universidad del Rosario, quien adelantó estudios Internacionales en Derechos Humanos en la Universidad Birkbeck, en Londres, y Estrategias Globales para la Protección de la Niñez en la Universidad de Harvard.
Por su parte Paola Holguín es Comunicadora Social y Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín y tiene una Maestría en Estudios Políticos con énfasis en economía y desarrollo en la misma universidad.
Ambas congresistas nos hablaron sobre la importancia de sus elecciones en el marco de la equidad de la mujer.
‘Las mujeres debemos estar en más espacios de decisión’: Senadora Lorena Ríos
¿Cómo se dio el proceso para que su partido tuviera en cuenta a Lorena Ríos como candidata a la primera vicepresidencia del Senado?
Llegué a la primera vicepresidencia gracias a la postulación presentada por el Partido Liberal y respaldada por la mayoría de las bancadas que reconocieron mi compromiso y disposición para construir acuerdos con los partidos e ideologías políticas que integran el Congreso. Destaco que soy la primera mujer cristiana que ocupa la primera vicepresidencia del Senado.
¿Dónde nació la vocación para la política?, ¿Cómo inició? ¿Qué significa representar al partido Colombia Justa Libres en esta dignidad?
Mi vocación política nace desde niña, inspirada por el ejemplo en casa con mi papá y mamá, y sobre todo con mi mamá. Fue la primera candidata cristiana a la presidencia de la República en 1998, representando al Partido Unión Cristiana, este movimiento que permitió participar en la Constituyente de 1991 y que fue determinante en la Constitución que nos rige. Me di cuenta como la política podía transformar realidades, lo que se convirtió en una vocación que he llevado con el compromiso de representar y defender la libertad religiosa, procurando siempre que este derecho sea plenamente garantizado como lo hice ayudando a consolidar y consolidad la Dirección de Asuntos Religiosos, de la cual fui primera directora. Desde la primera vicepresidencia seguiré trabajando por una política con sentido humano, ético y transformador.
¿Las mujeres deben tener más dignidades para el desarrollo institucional y la democracia en Colombia? ¿Ese 50 % en representación con los hombres, la paridad, está lejos de lograrse?
Debemos estar en más espacios de decisión, pero no solo para cumplir un porcentaje de participación. Si bien las medidas de inclusión son importantes y necesarias, también debemos impulsar la formación, preparación y facilitar la participación activa en los espacios políticos. No es llenar cuotas, sino fomentar un liderazgo femenino sólido, consciente, capacitado y que sea capaz de influir con responsabilidad en la transformación de nuestra sociedad. Una mesa directiva con dos mujeres es un avance significativo e histórico en este Congreso. Lo más valioso es que el Senado -en su mayoría- no se limitó a considerar un grupo político como cuota minoritaria o cuota de género, sino valoró nuestras trayectorias.
Como abogada con varias especializaciones, estudios en la Universidad Birkbeck de Londres en la Defensa de los Derechos Humanos, y Estrategias Globales para la Protección de la Niñez en la Universidad de Harvard, ¿qué ha aportado como legisladora en esos temas?
La lucha por la niñez y la libertad religiosa han sido banderas de mi trabajo. Iniciando con el proyecto de ley Hijos del Estado, con el cual se busca brindar acompañamiento real a aquellos jóvenes que nunca contaron con una familia y no fueron adoptados y que se encontraban en el mundo en condiciones de vulnerabilidad. Con la ley van a tener oportunidades de emprendimiento, educación y acompañamiento socioemocional. Después de 16 años lográramos convertir la Comisión Occidental de Infancia y Adolescencia en la primera comisión legal de infancia y adolescencia. Así se garantiza y preservan los derechos de los niños, niñas y adolescentes en el país. También el proyecto de ley de mi autoría: Con los niños no te metas, donde se prohíben los tratamientos hormonales y procedimientos quirúrgicos de cambio de sexo en menores de edad. Definitivamente refleja un claro compromiso para la protección integral de nuestros niños y adolescentes.
‘Una democracia más fuerte necesita la visión de hombres y mujeres’: Senadora Paola Holguín
Senadora Paola Holguín, ¿Cómo fue el proceso para que el Centro Democrático, la tuviese en cuenta como candidata a la segunda vicepresidenta del Senado?
El proceso dentro del partido fue muy fácil, simplemente me postulé, el partido me apoyó. El Centro Democrático tiene un gran liderazgo femenino, todas sumamente generosas y permitieron que yo los representara en este cargo de la segunda vicepresidencia.
Comunicadora social y periodista. ¿Ejerció esa profesión? ¿Por qué ese cambio a la política? ¿Cómo inició? ¿Qué significa representar al partido Centro Democrático, en esta dignidad?
Estudié periodismo, nunca lo ejercí, hice algo en comunicación organizacional en mis primeros años en una ONG. Fui muchos años docente universitaria, incluso en la facultad de comunicación de donde me gradué. Lo que ha estado en mi ADN toda la vida es la política, desde los cuatro años esa ha sido mi obsesión y he tenido la oportunidad, gracias a Dios, de trabajar en distintos gobiernos. Trabajé casi los ocho años con el expresidente Álvaro Uribe, también con el presidente Felipe Calderón Hinojosa, el último año en la presidencia de los Estados Unidos Mexicanos y cuando el expresidente Mauricio Macri era alcalde de Buenos Aires tuve la oportunidad de ser asesora en la Secretaría de Seguridad y Justicia. Entonces la política siempre ha estado muy muy presente, desde los cuatro años que dije por primera vez que quería ser presidente, esa ha sido la razón de ser y la guía de todo mi camino.
¿Debe el género femenino tener más dignidades por el desarrollo institucional y la democracia en Colombia? Ese 50 % en representación con los hombres, la paridad, está lejos de lograrse?
Ser senadora en tres periodos de este partido ha sido un enorme honor y una gran responsabilidad. Una democracia más fuerte necesita la visión de hombres y mujeres. Creo que cada vez más, gracias al esfuerzo, disciplina de muchas mujeres que nos antecedieron en la historia vamos logrando más y mejor representación en los distintos sectores. He sido muy crítica de procesos donde se regalen privilegios o representaciones. Las mujeres necesitamos que nos permitan competir en equidad para poder ocupar más espacios, más escalafones y parte de la tarea que tenemos otras mujeres es un poco apadrinar, acompañar para que muchas otras quieran ingresar a la política, quieran ingresar al servicio público y yo estoy segura que más temprano que tarde vamos a ser una inmensa mayoría.
¿Está la legislación actual directamente proporcional a las soluciones de las necesidades de la mujer en Colombia? ¿Qué hace falta?
La mujer cada vez muestra más capacidad, más competencia y sobre todo más deseo de participar en ciertos sectores que antes no eran tan atractivos. Yo creo que el problema no es de legislación. Lo que hay que buscar es garantizar que se aplique la ley. Por ejemplo, en temas de equidad, prevenir la violencia y evitar y castigar la violencia de género. Igual trabajo, igual salario. Todos estos retos son los que tenemos, hoy las mujeres ya cuentan con leyes suficientes. El problema es cómo hacer que la legislación se vuelva algo real, cómo hacer que exista un compromiso de verdad con ese tema de la equidad.
¿Cuál es el reto más importante que tiene en la primera segunda vicepresidencia del Senado, pese al poco tiempo del cierre de las sesiones ordinarias del Congreso en este periodo?
Recuperar la confianza del ciudadano en el Congreso, del nivel en el debate que cada vez se está tornando más violento, más de división y de odio cuando el Congreso debería ser un ejemplo de diálogo y democrático en la construcción de consensos, en el respeto a las diferentes opiniones. Es un tiempo muy retador, uno ve un poder ejecutivo cada vez tensando más la institucionalidad, maltratando más la división de poderes, los pesos y contrapesos y la función congresional. Tenemos que hacer una especie de muro de contención a ese intento de ruptura de la democracia, del Estado de Derecho y de las instituciones. Ser además garantía de ese contrapeso, de ese control político y tener la capacidad cada vez más a partir de nuestro ejercicio y de nuestro ejemplo, de recuperar la confianza de los colombianos.