Senadores exigen al Gobierno respuestas claras por alza en gas domiciliario

La Comisión Tercera del Senado abrió debate de control político por los crecientes costos del servicio de gas domiciliario. Congresistas advierten sobre crisis energética, falta de regulación efectiva y abandono de regiones productoras.
Por Nataly Sánchez Gual
Bogotá, 3 de junio de 2025 (Prensa Senado). - Con un llamado urgente a las autoridades del sector energético y un duro diagnóstico sobre el estado actual de las tarifas del gas domiciliario, la Comisión Tercera del Senado llevó a cabo un debate de control político centrado en las denuncias de las alzas desproporcionadas en dicho servicio y que está afectando a millones de colombianos.
La senadora Sonia Bernal Sánchez, Pacto Histórico, quién lideró el debate dijo que “el 52% del gas que se comercializa en el país proviene del Casanare”. Así mismo la legisladora fue enfática en advertir que regiones productoras como esta no están viendo reflejado ningún trato preferencial en sus tarifas, lo cual contradice el principio de equidad en la prestación de los servicios públicos.
Bernal cuestionó a los funcionarios presentes: “¿Qué acciones concretas se han establecido para garantizar que los usuarios de servicio de gas tengan tarifas justas?”. La senadora también denunció la falta de supervisión efectiva: “No vemos hoy realmente una vigilancia ni un control”.
Por su parte, el senador Ciro Alejandro Ramírez Cortes, Centro Democrático, planteó una crítica directa al gobierno nacional: “Nos dejaron sin gas, sin petróleo, y no hubo transición energética. Lo que hicieron fue aumentar los impuestos en el plan de desarrollo para las energías alternativas”. También reveló con preocupación que recientemente se anunció una disminución en las reservas de gas del país.
En la misma línea, el senador Carlos Julio González del partido Cambio Radical, alertó sobre el impacto del mercado internacional: “Ya el 24% de las importaciones están triplicadas en el valor del gas que sustenta el valor de la factura que está viendo el ciudadano, la familia colombiana”. A esto se suma su preocupación por la situación crítica en departamentos como Tolima, Huila, Cauca, Caquetá y Nariño, donde las quejas por los altos costos del servicio han ido en aumento.
El senador Julio Elías Vidal, Partido de la U, fue vehemente en señalar que “Sí es necesario que se le aclare al país, que nos muestren también con realidades que se está solucionando, que se están buscando salidas, y que no solamente quedemos en informaciones que a veces no son muy claras”.
Desde una mirada estructural, el senador Jairo Castellanos del partido en Marcha, propuso abrir el debate sobre la descentralización energética como solución de fondo: “Es hora de iniciar un debate serio y profundo sobre la descentralización energética del país”.
La senadora Karina Espinosa amplió el foco del debate al vincular el alza en el gas con otros incrementos que afectan directamente el costo de vida: “Además de los servicios públicos, tenemos un aumento desproporcionado de la gasolina, lo cual incide directamente en el precio de los alimentos y el transporte escolar”.
En representación del gobierno, Jorge Andrés Cristancho, viceministro encargado de Energía, mencionó que los bloqueos sociales en 2024 —más de 1.400— afectaron considerablemente la producción de gas. A su vez, Antonio Jiménez Rivera, director de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), reconoció que será necesario seguir importando gas y anunció que se trabaja en una nueva regulación para el segundo semestre del año.
El senador Miguel Uribe Turbay del partido Centro Democrático, destacó el rol de Ecopetrol en la financiación de la transición energética y programas sociales, pero no se refirió a medidas concretas que alivien el impacto inmediato en los usuarios.
El debate concluyó sin compromisos claros por parte de las entidades citadas, destacaron los senadores, que coincidieron en exigir tarifas preferenciales porque señalaron que el país clama por transparencia, equidad y decisiones estructurales para enfrentar lo que muchos ya consideran una crisis energética silenciosa.