Una Ley hecha realidad: cadena perpetua para violadores de niños

A cadena perpetua, los violadores y asesinos de niños colombianos.

Por: Isabel Colomna Sánchez.

Bogotá. D.C julio 9 de 2021(Prensa Senado). -El pasado 6 de julio, el presidente Iván Duque sancionó la llamada Ley Gilma Jiménez, que regula la implementación de la cadena perpetua, para violadores y asesinos de niños, niñas y adolescentes en Colombia, en honor a la ex senadora, quién falleció hace 8 años, anhelando el inexorable castigo para quienes cometan este tipo de delitos contra los menores colombianos.

Jiménez luchó de manera incansable para conseguir mediante un referendo, la modificación de la Constitución Política, con el propósito de tener la norma para llevar a prisión perpetua, a los que atenten contra la vida e integridad de los niños. En su momento no se logró, porque el proyecto se hundió en la Cámara de Representantes.

Ex senadora Gilma JiménezElla soñaba con cambiar así la historia de dolor y de impunidad, que han padecido muchos niños del país. Repetía frecuentemente: “los niños son sagrados, quien se meta con ellos, debe pagar”.

Esta ley no sería una realidad si su hija, Yohanna Jiménez, no hubiese tomado la decisión de continuar abanderando la causa, para proseguir con el gran anhelo de su madre. Fue así como buscó la manera de que el gobierno volviera a presentar el proyecto, hasta que la aprobación del Acto Legislativo, se convertiese en Reforma Constitucional.

Entrevista a Yohanna Jiménez:

El gran sueño de la ex senadora Gilma Jiménez, era lograr la felicidad y el respeto pleno de los derechos de todos los niños de Colombia.

 

P/. - Qué ha ocurrido en estos quince años, para lograr la Ley Gilma Jiménez.

R/. -Mucha perseverancia y la evidencia diaria de la violencia contra los niños, que le demuestra a los lideres políticos la necesidad de dar este paso. Mi mamá logró visibilizar esta violencia, sacarla de los entornos familiares y ese paso fue decisivo para develar una realidad, que es más terrible que la que creemos. Durante estos quince años, muchos entendieron que este es el camino para acabar con tanta violencia.

P/. - ¿Qué significa para usted, la sanción de la Ley que dará cadena perpetua, para quienes atenten contra la vida e integridad de los niños en Colombia?

R/. - Que nuestro país sí se puede unir en torno a esta causa, significa que los colombianos sí quieren hacer real el mandato constitucional de la prevalencia de los derechos de los niños. Y por su puesto, que tiene un significado muy especial, porque mi mamá nunca renunció a que Colombia aprobara esta reforma. Son muchos años de luchas, de sacrificios; en la memoria quedan marcadas tantas jornadas de insistir y de buscar aliados.

P/. - ¿Usted cree, que, con esta Ley, se puedan evitar  este tipo de delitos, contra los niños y niñas del país?

R/. - La prisión perpetua no es la varita mágica que resolverá todos los problemas, pero, evidentemente, si será el principio del fin de esta atroz realidad, eso es algo que hemos repetido siempre. Por supuesto que necesitamos trabajar más en prevención.

Con la prisión perpetua, estamos dando un paso gigante en materia de protección. No es poco, es muchísimo ,que a través de su aplicación,estemos salvando la vida de un niño que posiblemente vaya a ser violentado por uno de estos delincuentes cuando salen de la cárcel.

P/. - ¿El Sistema Judicial del país será competente para atender estos casos?

R/. -Claro que si. La reglamentación aprobada les da a los jueces todas las herramientas para que sea aplicada, además con procesos muy garantistas, con control automático de las condenas y con diferentes disposiciones que deben garantizar el debido proceso.

Creo que la falencia, va más en la atención a las víctimas, pero, esa materia, no solamente le compete al Sistema Judicial, en ese particular, es necesario una reingeniería a todas las instituciones del Estado que las atiende.

P/. - ¿Usted está de acuerdo con que, a los 25 años, se revise el comportamiento del condenado para su posible resocialización?

R/. - Le tengo que confesar que nunca hemos sido afines de esa posibilidad. En las dos recolecciones de firmas en el pasado, el texto con que pedimos el respaldo de los ciudadanos nunca se contempló esa opción para el condenado, pero entiendo la necesidad de ajustar el texto a disposiciones internacionales, me deja muy tranquila el procedimiento que quedó firmado y fijado; primero, porque de ser favorable el concepto de resocialización no es que el condenado saldrá a los 25 años de cárcel, como hemos escuchado de algunos opositores de la prisión perpetua.

Eso es mentira, sino que tendrán que pagar 25 a 35 años más de prisión. Un hampón, asesino o violador de niños no pagará menos de entre 50 y 60 años de prisión, pero, estoy segura de que muchos se quedaran de por vida pagando sus atroces crímenes.

Además, el proceso contempla, la presentación de unos conceptos técnicos realizados por expertos, que difícilmente, creo que uno de estos delincuentes pueda burlar. Los violadores de niños, no se resocializan.

P/. -Cuénteme anécdotas vividas por su mamá, en la consecución de esta causa.Ex senadora Jiménez recolectando firmas

R/. - Son muchas las anécdotas… tantos años. En la primera recolección de firmas, nos llegaron firmas de los cinco continentes enviados por correo, estos importes eran muy costosos, las personas querían y exigían que la prisión perpetua existiera en Colombia.

Andar con ella por diferentes ciudades del país me producía mucho orgullo, desde los carros le pitaban y gritaban: “usted es una vieja berraca, no pare, siga defendiendo a nuestros niños”. La verdad, todo lo que he hecho después de su muerte es tratar de honrar ese legado. Ella es una inspiración inagotable para mí y para toda nuestra familia.

P/. - Cuál fue el momento más triste de su mamá, en la lucha por lograr la cadena perpetua para los voladores de niños?

R/. - Creo que cuando la Corte declaró inconstitucional la Ley del Referendo, era la primera Ley de Referendo de iniciativa popular que iba a ser votada en Colombia. Pero, la Corte, no lo permitió.

Soñábamos con ese preámbulo de la Ley que dice, que 'el pueblo ordena', porque así dicen las reformas que son ordenadas por los ciudadanos. Esa tristeza no se comparaba con la que sentía con los casos que le llegaban. A mi mamá le dolía mucho esta violencia, su dolor era muy real.

P/. - ¿Por qué usted ha tomado este legado? ¿Ella se lo pidió?

R/. -No, ella sabía lo que pesaba este trabajo, no creo que quisiera que ninguna de sus hijas nos sacrificáramos como lo había hecho ella. Cómo no seguir, cómo dejar todo y voltear la página, para nosotras era imposible hacer eso. Los niños nos necesitan y siempre estaremos para defenderlos y hacer respetar sus derechos.

Nosotras heredamos, la herencia valiosa y maravillosa que existe, la defensa del capital social y humano más importante de nuestro país, nuestros niños.

P/. -En esta noble tarea, ¿cuál ha sido la situación más difícil que le ha tocado vivir?

R/. - Siempre he encontrado mucha solidaridad, pero, a veces la soledad se atraviesa, es muy difícil develar la mentira y a mí, algunos políticos me mintieron, fueron mezquinos, intentaron aprovecharse de la causa de mi mamá, pero le cuento que yo en la tristeza me quedo segundos, pasa rápido y pasa la rabia y esa ha sido siempre una motivación, para seguir, seguir y seguir, haciendo todo por nuestros niños.

P/. -Con esta Ley, ¿cómo visualiza el futuro de nuestros niños, niñas y adolescentes?

R/. - Con mucho optimismo. Este es el principio del fin de la violencia atroz que sufren los niños en todos los rincones de Colombia. Nos queda mucho por hacer, debemos reducir al mínimo los niños no deseados. Debemos hacer una reingeniería de Estado, donde los niños verdaderamente estén en el centro. Debemos trabajar más con papá y mamá, ellos son los primeros garantes de sus derechos y debemos, como sociedad, promover cambios profundos sobre la forma en la que se asume el cuidado y la responsabilidad de la crianza.

Vamos por más, vamos por todo para nuestros niños, hasta lograr que sean los más privilegiados. Hay una sola meta, que era el gran sueño de mi mamá Gilma Jiménez, la gran y eterna defensora de los niños, lograr la felicidad y el respeto pleno de los derechos de todos nuestros niños de Colombia. Estamos cruzando este camino, que ella construyó, para llegar a esa meta y nosotras, sus hijas, no vamos a parar hasta llegar a ese fin, lo hacemos todo por nuestros niños.


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