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Dirigentes políticos, académicos y de la sociedad civil, debatieron el Proyecto de Acto Legislativo No. 17 de 2024, que propone permitir el cambio de partido de congresistas sin pérdida de curul, desatando preocupaciones sobre la estabilidad del sistema democrático y la lealtad a los electores, mientras que sectores políticos, lo defienden.
Por: Johan Nassar H.
Bogotá, 25 de abril de 2025 (Prensa Senado). - Una Audiencia Pública en la Comisión Primera del Senado, se discutio el Proyecto de Acto Legislativo No. 17 de 2024, abrió el debate al interior del Congreso de la reforma constitucional que modifica los artículos 107 y 108 de la Carta Política, con el fin de permitir a los congresistas cambiar de partido sin perder su curul, regular la doble militancia y limitar las coaliciones entre colectividades y grupos significativos de ciudadanos.
La Audiencia contó con participación ciudadana, tanto presencial como virtual, y fue respaldada por todos los miembros de la Comisión Primera, célula legislativa que tramita los proyectos de Acto Legislativo.
El senador Carlos Fernando Motoa subrayó la relevancia de este espacio para escuchar voces diversas y advirtió que la reforma podría alterar profundamente la relación entre partidos y ciudadanía, rompiendo el vínculo entre electores y elegidos.
Entre los intervinientes estuvo el doctor Juan Carlos Nova, representante de la Asociación Colombiana de Derecho Disciplinario, quien expresó que el proyecto desconoce el deber político de quienes han sido elegidos. Señaló que la propuesta debilita la representación al eliminar consecuencias para quienes abandonan el partido por el cual fueron votados.
Carlos Augusto Chacón, del Instituto de Ciencia Política, calificó la reforma como un paso hacia la desinstitucionalización, alertando sobre el riesgo de que se prioricen intereses individuales sobre los principios ideológicos y la rendición de cuentas.
La audiencia también dio espacio y voces a los jóvenes como Juan Sebastián Reginfo del Partido Cambio Radical, quien aseguró que el transfuguismo desincentiva la formación de nuevos liderazgos y envía un mensaje contradictorio a la juventud interesada en participar en política con coherencia ideológica.
Desde la Misión de Observación Electoral, Freddy Muñoz, advirtió que esta reforma implicaría un retroceso en las reformas de 2003 y 2009, que habían buscado precisamente fortalecer el sistema de partidos y reducir su fragmentación.
El director de Transparencia por Colombia, Germán Andrés Hernández, alertó sobre los efectos negativos del transfuguismo para la institucionalidad democrática, la financiación pública de los partidos y la responsabilidad política. Afirmó que permitir estos cambios de partido sin consecuencias podría implicar conflictos de interés para los propios congresistas, al legislar en beneficio propio.
Aunque la mayoría de los participantes rechazaron el proyecto, el senador Alejandro Chacón defendió la propuesta apelando a la libertad política y criticó la judicialización de la doble militancia, mientras que Carlos González, de Colombia Renaciente, cerró la audiencia pidiendo su rechazo por debilitar los partidos y traicionar la voluntad popular.
Con la Audiencia se da la apertura de un trámite de un proyecto de Acto Legislativo que debe tener ocho debates en el Congreso, para que si es aprobada por mayoría calificada será promulgado en la Constitución Política de Colombia.
En el Senado se debaten dos proyectos de transformaciones al sistema que reflejan las visiones de bancadas oficialistas y opositoras al Gobierno Nacional. Análisis.
Bogotá D.C., 26 de abril. (Prensa Senado). La discusión sobre la reforma al sistema de salud ha llegado a un punto interesante en el Senado de la República, donde se perfilan dos posturas claramente diferentes sobre los cambios que deberían aprobarse en el Legislativo en esta materia, esencial para todos los colombianos.
Por un lado, los sectores afines al Gobierno Nacional impulsan una transformación estructural del modelo de atención; por el otro, los partidos de oposición proponen ajustes dentro del sistema actual, defendiendo su naturaleza mixta.
El actual gobierno ha propuesto una reforma profunda que elimine las Entidades Promotoras de Salud (EPS) como intermediarias financieras, apostando por un modelo en el que el Estado asuma un rol central en la gestión de recursos y la prestación de servicios.
Esta propuesta se tradujo en un proyecto de ley que el Ejecutivo radicó en el Congreso y que fue aprobado por la Cámara de Representantes, pero archivado en la Comisión Séptima del Senado, el 3 de abril del 2024.
Ahora, los sectores oficialistas apoyan una nueva reforma de la salud que ya fue avalada por los representantes y que debe superar la revisión de los senadores, comenzando por los integrantes de la Comisión Séptima, donde hace algunas semanas comenzó su trámite.
Entre tanto, las bancadas que se han mostrado en oposición al Ejecutivo -Cambio Radical, el Centro Democrático y algunos sectores de otras colectividades- impulsan un proyecto alternativo y que busca transformaciones, pero manteniendo varios elementos del modelo actual, el cual es defendido por varias organizaciones de pacientes y gremios médicos.
En julio de 2024, el Partido Cambio Radical encabezó la presentación de un proyecto de ley estatutaria que busca fortalecer los principios de libre elección, calidad y sostenibilidad financiera dentro de un sistema mixto de salud, sin eliminar las EPS, sino transformándolas en aseguradoras que compitan bajo reglas más estrictas.
Esta iniciativa, que ha recibido el apoyo de otros sectores políticos en el Congreso, se está tramitando en la Comisión Primera del Senado, donde debe recibir su primero de cuatro debates reglamentarios.
La controversia de fondo en el Senado parece estar entre los dos modelos que se proponen y que están reflejados en los dos proyectos de reforma de la salud que se tramitan en esta corporación.
¿Qué dice cada propuesta?
El oficialismo defiende un modelo más estatal, con atención primaria territorializada, Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS) fortalecidos y una liquidación progresiva de las EPS.
Desde este sector, el senador León Freddy Muñoz, de la Coalición Centro Esperanza, ha dicho que el sistema basado en las EPS no solo ha fracasado, sino que ha provocado un daño profundo a la salud pública. Según el congresista, entre 2009 y 2019 más de 360 mil personas murieron por fallas del modelo.
“Ya no más EPS. Lo único que han hecho es robarles la plata a los colombianos. Hay que cambiar este modelo fracasado”, asegura el congresista y exembajador del Gobierno Nacional en Nicaragua.
Desde la otra orilla, el senador Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical, sostiene que debe haber una ruta reformista, pero dentro del modelo mixto existente.
Para el congresista del partido opositor al Ejecutivo deben hacerse obligatorios los presupuestos máximos, introducir una Unidad de Pago por Capitación (UPC) diferencial con incentivos a la calidad y se debe crear un Fondo de Garantías para asegurar la continuidad del servicio.
Nuestra propuesta no busca estatizar. Defendemos un sistema mixto que permita la libre elección y promueva la eficiencia”, sostiene el Senador Motoa, cuyo partido ha estudiado este tema desde hace varios años y ha presentado diferentes propuestas para mejorar la salud en el país.
En medio del debate, algunos senadores independientes se mueven entre ambos extremos, buscando fórmulas intermedias que no impliquen ni una eliminación total de las EPS ni una defensa ciega del status quo.
Más allá del pulso político, expertos en el sistema de salud también tienen diferentes posiciones, las cuales han expresado en varios escenarios en el Senado de la República.
Luis Alberto Martínez, viceministro de Salud y quien defiende la visión del Gobierno Nacional, aseguró en una audiencia pública en el Senado que es necesario que “evolucionemos el actual sistema hacia uno que contribuya a la garantía del goce efectivo del derecho fundamental a la salud”.
Y Ana María Vesga, Presidenta de Acemi, el gremio de las EPS, le dijo al programa del Canal Congreso ‘El Congreso es el camino’ que “lo importantes es que busquemos la solución a los temas que evidentemente hay que mejorar reconociendo las virtudes y no diciendo que tenemos un mal sistema y que hay que hacer borrón y cuenta nueva”.
En los próximos meses, el Senado deberá definir si apoya la propuesta de reforma estructural del Gobierno, si impulsa el proyecto de ley estatutaria de la oposición o si construye un texto de concertación que combine aspectos de ambos enfoques. Lo que está claro es que cualquiera sea el camino elegido, el sistema de salud colombiano seguirá teniendo transformaciones.